27/2/09

Pieza 1

Laura se mesaba los cabellos entre la desesperación y la incredulidad. La carta la tenía delante, sobre la mesa junto al café, con letra redondeada, muy cuidada y sin faltas de ortografía, pero con palabras arduas y desconsideradas: “Te dejó nena, no te aguanto ni un minuto más, creo que ya no te quiero, es más, creo que te odio”.
Las lágrimas fluían con naturalidad y le acariciaban el rostro. Recordó y recordó, y aquello le hizo llorar y llorar. Era tanto el amor que le profesaba, que incluso había llegado a destrozar, en mil pedazos, su vida.
Había abandonado a su marido, el hombre de su vida decía todo el mundo. Había repudiado a sus hijos, parte de sí misma. Sus padres, demás familia, amigos, conocidos, trabajo… habían quedado sepultados bajo la ciénaga que anega el cementerio del olvido.
Y todo lo había hecho por amor.
Y ahora, un año después de vivir esta supuesta felicidad, sin ninguna explicación convincente, sin dar la cara, sin mirarle a los ojos para decirle que todo había acabado, mediante una carta manuscrita Silvia la abandonada.

25/2/09

Kafka en la orilla


¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacía donde podemos ir? ¿Que sentido tiene este bogar por el curso de la realidad?

Preguntas que incesantemente van asaltando a tu existencia conforme vas devorando, una a una, las más de 700 páginas de esta espléndida novela de Haruki Murakami.
Acabo de leer, por vez primera y no será la última, a Murakami y he quedado prendido bajo un halo de inquietudes metafísicas del que tardaré un tiempo en salir.

Kafka en la orilla no es una novela más, es un ensayo metafísico sobre lo que somos, lo que seremos y lo que pudimos ser. Con un prosa ligera y cautivadora, sin arquetipos literarios que hay que leer dos y tres veces para asimilar, sin descripciones copiosas, largas y tediosas, la voz de Murakami fluye armoniosamente como un riachuelo por los ojos ávidos del lector.

Con un estilo que me recuerda mucho al norteamericano, donde todo puede pasar y además pasa, sin más, de una forma muy natural, pues los acontecimientos narrados son días en la historia de la vida del personaje en cuestión. A esto se le suma un surrealismo mágico autóctono, diríamos que muy oriental, que dibuja una sonrisa en los labios, y ciertas pinceladas de sexo explícito y sugerente pero sin caer, en ningún momento, en la ordinariez.

Mención especial para la recreación de un personaje como Nakata, todo bondad, todo sencillez, cargado de una ternura subliminal, que yace oculta en el trasfondo del personaje, esto provoca que irremediablemente le cojas cariño, ¿quién no ha soñado alguna vez con ser Nakata?.

Muy recomendable su lectura, desde cualquier punto de vista, narrativo, estético, argumental, divulgativo, etc...
Ahora entiendo todas las buenas críticas y referencias que me habían llegado de este autor.

He empezado a releer dos obras (a la vez):
Crimen y castigo, Fiodor Dostoievski
Club de lucha, Chuck Palahniuk
Los médicos recomiendan no mezclar, en fin, nos atreveremos a ver que tal sale.
Sólo espero no explotar.

18/2/09

EL EGO


Soy YO, eres TÚ, es ÉL o es ELLA. Todos somos ego.
No sé trata de evitarlo, no sé trata de enjuiciarlo,
no quiero saber ni el cómo, ni el porqué,
sólo dejarlo ser.
Me reflejo en el cristal de mi soledad, y no te reconozco,
te necesito y te odio.
Quiero ser como TÚ, pero no…, no lo quiero, porque no sería feliz y ahora sí lo soy,
aunque eso implique no saber nunca lo que es la libertad de vivir.
Me aburro, no sé que hacer, ni que pensar,
a veces tengo la sensación que mi esencia se ha volatizado, que soy parte de la nada.
No hay razón para vivir, no hay razón para sentir,
no hay razón para creer más allá de este segundo presente que…
que ya es pasado.
¿Qué hago aquí? ¿qué haces aquí? Nada, solo, nada.
Y pretendes que aplauda tus méritos, si lo sé, yo también deseo la ovación,
quiero el reconocimiento ante la mierda que hago, sea lo que sea.
¿Y por qué?, pues porque así me siento vivo,
y le doy un motivo a mi corazón para que siga en funcionamiento, para que no se pare.
El ego no es más que la esencia de mi vida, de TU vida, de su vida.
Es mi ego el que necesita vivir, no yo,
yo no necesito vivir pues nunca he estado vivo.
TU me reconoces y yo SOY, pero ser solamente NO, ser necesario SI.
Y me sigo aburriendo, y no sé que hacer, que pensar, y como siempre,
escribo, escribo, escribo…
Necesitamos ser enaltecidos en pedestales brillantes para poder sentir,
para saborear la vida aunque sea durante unos breves instantes.
Si caigo en la indiferencia muero.
Si soy reducido al olvido no existo.
Alimenta mi ego con tus palabras, ¡¡¡vanaglóriame o mátame!!!
aunque sea imposible matar aquello que nunca existió.
No seas humilde por favor, rechaza la sencillez,
porque hay que vivir ¿o no?

NO ACEPTES LO ESTABLECIDO Y NO TE CONFORMES NUNCA.
BIENVENIDO AL MUNDO DE TYLER DURDEN.

12/2/09

EL TIEMPO


Siento que he tenido tiempo para vivir,
tiempo para pensar, tiempo para escribir,
tiempo para ser, tiempo para estar.
Sin embargo he perdido mucho, mucho, mucho, tiempo.
Desaprovecha, desperdicia, tira, renuncia, desprecia TU tiempo.
He tenido tiempo para ser, he tenido tiempo para no ser,
he podido hundirme y he podido sobrevivir.
Ahora, en cualquier momento llega el fin, punto y final,
todo se acaba, nada más, lo no hecho ya no puede ser, ya no puede estar.
Quien no tiene, lo anhela, quien lo tiene, lo odia.
Odia las horas, odia los minutos, odia a todos, odiar es gratis.
Cuando tengas ganas de él, olvídate de vivir, olvídate de sentir, olvida,
aunque cueste tanto, aunque sea tan... tan... difícil.
Soy en función al transcurso de lo vivido, soy en función a lo acaecido, soy la función de una tragicomedia obra teatral de serie B.
Quise escribir y quise vivir. No supe hacer las dos cosas, no sé hacerlas, creo que nunca sabré...
Hacer del tiempo de TU vida, palabras, hacer del tiempo de TU vida, frases, hacer de TU vida, escritura.
Escribir y vivir, paralelismo sintomático de quien desea lo primero pero no acaba de sentir lo segundo.
Porque escribir es vivir, pero vivir no es escribir.
Cuando ya nada quede, entonces recordarás el tiempo perdido, como recuerdas a Proust, que no darías TU por ser una signo de puntuación en su trazo.
Y el tiempo que sigue transcurriendo, como lo hace la vida, fonéticamente, armoniosamente, sin detenerse en el andén de la estación donde esperas, tras la gris densidad de la bruma.
No he sabido aprovechar TU tiempo, no he sabido vivir TU tiempo.
Vive TU tiempo, el único que tienes, el único que mereces,
ese tiempo que dejas bogar tras la pantalla de un TV ensimismado como un gilipollas.
¡¡¡Despierta joder!!! y cógelo, abrázalo, exprímelo, disfrútalo, y vívelo.
Una vez que pase, ya no volverá.
TU tiempo es TU vida, no dejes que languidezca sin sentido, pues yo lo hice y...

NO ACEPTES LO ESTABLECIDO Y NO TE CONFORMES NUNCA.
BIENVENIDO AL MUNDO DE TYLER DURDEN.